Fue el hombre más poderoso de España durante el reinado de Felipe III.
Fue paje de los hijos de Felipe II y caballerizo mayor del príncipe heredero quien, al ser proclamado rey, abandonó en él las riendas del poder a causa de su indolencia y de la confianza que Sandoval había sabido inspirarle. Ministro de Felipe III, en 1598 el Rey delegó en él el gobierno del Estado.
Era el de Lerma de escasas luces y cultura, ambicioso en extremo y carente de escrúpulos y a su vez estaba sometido a otros favoritos, el más famoso de los cuales fue Rodrigo Calderón.
Desde su cargo se dedicó a enriquecerse a expensas del erario público.
A la pureza y minuciosidad del tiempo de Felipe II sucedió el más espantoso desorden; vendió el valido los cargos públicos al mejor postor y el cohecho y los abusos se generalizaron. El traslado de la corte de Madrid a Valladolid y nuevamente a Madrid no obedeció sino a motivos de índole económica, beneficiosos para el privado y para el rey.
Su gestión dio rienda suelta a la corrupción generalizada.
Lerma fue el principal responsable de la desacertada política seguida en el interior y en el exterior que tanto contribuyó a la decadencia de España.
Sin embargo recibió apoyos por su política pacifista, favorecida por las circunstancias internacionales y el enorme costo de la política imperialista del anterior rey. La situación financiera del reino rozaba la bancarrota, mientras las riquezas del duque de Lerma y sus protegidos se multiplicaban. Se formó una fuerte oposición al valido, encabezada por la reina, Margarita de Austria, que logró la sustitución de este por su hijo, el duque de Uceda.
martes, 25 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario